Los macarons son un tipo de galleta tradicional de la gastronomia italiana, hecha de clara de huevo, almendra molida, azúcar glas y azúcar. De origen italiano, el dulce se dio a conocer en el siglo XVI, surgiendo del horno del pastelero de la corte francesa como cúpulas redondas con base plana, y en el siglo XIX se empezaron a unir de dos en dos con un relleno en medio.
Los macarons actuales son pastelitos hechos con dos galletas y una crema o ganache entre ambas.
Ingredientes para 36 unidades
6 claras de huevo a temperatura ambiente
12 cucharadas de azúcar refinada
330 gr. de azúcar glas
210 gr. de harina de almendra
Colorante en polvo
Elaboración:
Batir las claras con el azúcar, las claras deben estar a temperatura ambiente al menos 3 horas, mejor con batidora eléctrica con varillas. Debemos obtener una masa fina y consistente que no se caiga al voltear el bol.
Mezclar el azúcar glas con la harina de almendra, añadir al bol de las claras montadas en pequeñas tandas, mientras seguimos batiendo.
Añadir el colorante elegido y mezclar hasta teñir toda la crema. Si queremos hacer macarons de varios colores, debemos dividir la masa previamente para cada uno de los colores.
Con la ayuda de una manga pastelera inyectar cantidades lo más parecidas posible de crema sobre un papel vegetal sobre la bandeja del horno. Para facilitarnos el trabajo, y que los macarons tengan un tamaño exacto, podemos dibujar previamente círculos con un lápiz sobre el papel.
Dejar reposar la crema sobre la bandeja durante unos 20 minutos antes de hornear los macarons durante 10 minutos en el horno precalentado a 150ºC (parte central, calor arriba y abajo).
Una vez horneados debemos dejar enfriar los macarons una vez horneados, antes de despegarlos suavemente del papel pasando un cuchillo de hoja fina y alargada por debajo si es necesario.
Ya solo queda rellenarlos a nuestro gusto y disfrutarlos.